Ahora dicen que Villar no es hijo de Villar

No son una novedad las pretensiones rectorales de Alejandro Villar (Villarcito). Tampoco escapa al conocimiento público la condena que pesa sobre el investigadorcito por ser "el hijo de". En exclusiva les adelantamos la maniobra que Alejandro realizará en las próximas semanas para acercarse un paso más al sillón de Papi.
Una vez que fracasaron los acercamientos con la Abuelas de Plaza de Mayo, a las que les habría pedido que lo presenten como otro caso de identidad recuparada a cambio de otorgarles la dirección del Centro de DDHH, Ale se decidió a ir por todo. Para esto tiene estos planes:
Plan A: contactar a un grupo de Boy Scouts al mando de Rodolfo Brardinelli, que parece que es menos pelotudo como Boy Scout que como docente aunque nadie se animó a confirmarlo, y quedarse de la vereda de en frente de la UNQ. De esta manera los nobles niños al mando del veterano explorador lo cruzarían hasta rectorado y podría llegar de la mano de alguien.
Plan B: Conseguir con algún amigote de CyT un ADN falso (habría costado semanas enteras que Alejandro entienda que ADN y DNI son cosas extremadamente distintas). De esta manera podría declarar ser el "hijo de" otro y comenzar su carrera a rectorado sin ataduras. Contras: Debería devolver los títulos que papi le pagó lo que lo pondría en carrera, con suerte, para disputar la dirección de una sociedad de fomento.
Plan C: Tirar una bomba H, matar a todos y quedarse con una Universidad vacía. ¡El sueño de Girbal sería una realidad con Villarcito al mando! Hasta podría llegar a decir que tiene el proyecto de investigación más importante de Quilmes. Contras: podría morirse su amigote Pastore, lo que quizás le causaría unos segundos de pena.
Plan D: Buscarse un trabajo digno junto con DJ Deró. Contras: debería trabajar por primera vez en su vida y parece que Deró al lado de Alejandrito es el primer trabajador.

"Es esto o conseguir un trabajo posta..." afirma Alejandro Villar.