miércoles, 9 de junio de 2010

EFECTO FORT

Entrevista exclusiva con el Rector Gustavo Lugones.

Vivir sin trabajar, ingresar a lugares reservados, pasear en autos de alta gama y ser respetado por los medios de comunicación por el solo hecho de hacer todo esto parece ser el deseo de nuestras más altas autoridades universitarias.

Frivolidad y academicismo siempre fueron de la mano, pero nunca habían llegado a ser una política de gobierno como en la autodenominada “gestión progresista״ del rector Gustavo Lugones.
Cerrar copiados, restringir ingresos, discriminar laboral e ideológicamente a quien se lo merece y crear Departamentos a medida –estamos a punto de inaugurar el Departamento de Gustavos y Lugones (DGyL)- son medidas populares. El problema estriba en que quizá no nos ponemos de acuerdo en la categoría pueblo” afirma el académico mientras guiña un ojo buscando complicidad con el entrevistador.

Reemplazar la empresa privada de seguridad por los patovicas de Ricardo Fort y modernizar la flota de automóviles oficiales de la UNQ serían otras de las tantas medidas de corte popular que la actual gestión propondría en las próximas semanas. ”El tema de profesionalizar la seguridad es fundamental, ya que no todos entienden nuestra lucha, estamos enfrentándonos a gente muy poderosa“, aclara la máxima autoridad.

Lugones, a su vez, trata de poner paños fríos sobre las afiebradas frentes de los funcionarios de niveles intermedios. “Habrá espacio para todos los que apoyen este proyecto nacional y popular”, es el mensaje para quienes de momento se conforman con una mordida intermedia de los fondos de la UNQ.

Las bases del Lugonismo confían que con el advenimiento del Populismo Tineliano (P T) lograrán pasearse en el corto plazo del brazo de alguna que otra botinera, la cual seguramente cumplirá la tradición y terminará ocupando un alto cargo en la oficina de RRHH de nuestra prestigiosa universidad.


El menemismo académico tendría su trinchera más firme en la UNQ.